LA DESAPARICIÓN DE TUBECA

LA NUEVA CASA

Ana dejaba Madrid, para irse a vivir a un pueblo sin clase. Estaba muy decepcionada de dejar a todas sus amigas de clase, ya que tan solo tenía 10 años, y quería mucho a sus amigas.

Ana era una chica con ojos verdes, y el pelo negro y largo. Era una chica buena y dulce, aunque algo distraída.

Al llegar a la casa, a Ana le pareció que la casa tenía un aspecto fantasmal, ya que era otoño, y las hojas de los árboles se habían caído y estaba nublado. La casa tenía dos pisos, pero un jardín enorme.

-La casa tiene aspecto fantasmal.

-Eso será porque hoy es un día bastante nublado-dijo su madre.

-Pero aquí nadie me conoce, y no podré hacer bien mi trabajo.

-Todos necesitan siempre casos que resolver, seguro que hay alguien, y volverás a ser detective, y si no, podrás buscar la receta perdida de la fábrica de chocolate de nuestra familia, que está perdida desde que la fábrica se quemó. Ahora vamos a entrar a la casa, mañana te la enseño, ahora es muy tarde.

Ana en Madrid tenía su puesto de detective, con su maletín, averiguaba cualquier caso, incluso detuvo una vez a un ladrón.

La casa por dentro era rústica, con ese olor a lavanda aún de la tía de su madre llamada Sarah, que murió en un accidente.

Ana subió arriba, a lo que fue el cuarto de Sarah a dejar sus maletas, entonces vio que sobre el almohada, había un hueco de esos como cuando alguien se sienta. Ana lo tocó y ¡Estaba caliente! Ana notó como le empezó a latir el corazón, y bajó corriendo a dormir al sofá, peo no se lo dijo a su madre. A Ana eso le preocupaba mucho ¿fantasmas?... CONTINUARÁ

DE DOMIN