LA BOTELLA MALDITA
Dos amigos se encuentran en medio del parque y uno le plantea al otro lo siguiente:
-Si un hombre compra esta botella, el diablo se pon e a su servicio; todo lo que desea, amar, fama, dinero, etc., basta una palabra y todo será suyo en cuanto exprese su deseo.
El amigo le dice:
- Eso es imposible porque mi tío la tuvo y no pasó nada; pero:
- ¿Es posible que no te hayas enterado –dijo el amigo- de que tu tío, aquel buen hombre, ha muerto?
- Puede que todo esto haya sucedido de forma natural y que el diablo de la botella no haya tenido nada que ver con ello.
¿Pero que consigue el diablo con la muerte de mi tío?
En ese momento se unen un par de amigos más; uno es arquitecto y otro es detective. El detective les dijo que conocía un caso con esa botella; el conoció a una señora que al no conseguir la fama se marchó a su pueblo, allí encontró la botella y a partir de entonces, se hizo una persona muy conocida; después, el arquitecto planteó muchas preguntas, tomó su pluma e hizo cálculos; y cuando los hubo hecho, dijo la suma exacta que Keawe había heredado.
- Es una cantidad importante, pero no es esa mi idea- dijo Keawe -, sino tener una hermosa casa con jardín en la costa de Kona, donde nací.
Ingeniero.
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