LA TORRE DE BABEL
A Nemrod y a mi pueblo no les gustaba Dios, pero no sabíamos que hacer para ir en contra de él, hasta que a mi se me ocurrió la idea de construir una torre más alta que el cielo y así superar a Dios; esta idea le gustó a todo el mundo, por lo que yo me quedé satisfecho, pronto me subieron el sueldo y yo cada vez estaba más orgulloso de mí mismo.
Pasaron pocos años y ya teníamos todos los materiales del proyecto que había inventado; a continuación empezamos a construir la torre, a la que pusimos el nombre de “La Torre de Babel”, porque este era mi nombre, Empezamos construyendo la superficie, que nos llevó 5 meses, seguidamente construimos la parte de fuera que pronto llegó a los 150 metros de altura, después construimos las dos escaleras que nunca se terminaban, una en cada lado y tenían forma de espiral y en medio un ascensor, que te permite subir hasta arriba del todo; la obra no paraba de avanzar rápidamente dentro de lo que cabe, ya que esta obra era súper grande. Hubo una cosa con la que nadie de nosotros habíamos contado y que afectaría mucho a la obra…
La sorpresa iba a ser mala para nosotros ya que paralizaría las obras de la torre; esta sorpresa era que dios se enfadó con lo que estábamos haciendo y decidió castigarnos, para ello consultó a los ángeles que había en el cielo, les reunió a todos y dijo lo que había pensado y les explicó lo que estábamos haciendo; todos ellos se pusieron de acuerdo. De inmediato Dios hizo que todos los que estaban en “La Torre de Babel” hablaran un idioma diferente al de su compañero, esa era la idea, parece que es una tontería, pero no lo es, ya que hizo que las obras se paralizaran, ya que no podían comunicarse entre ellos, además yo observé como dos de mis compañeros se pelearon porque uno entendió una cosa y otro entendió otra cosa; Dios se sentía satisfecho pero nosotros no; y con este caos, las obras quedaron paralizadas completamente. Esa es la historia de “La Torre de Babel”.
Ingeniero.
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