AMIGOS POR SIEMPRE

Llevaban ya casi tres horas caminando, pero no encontraban ni rastro del pueblo entonces Lorena dice:
-(LORENA). ¿Estas seguro de por donde tenemos que ir?
-(MARCOS). Sí, o eso creo.
-(CARLOS). ¿Cómo que, “eso creo”?
De pronto escuchan algo que se mueve entre los matorrales.
-(CARLOS). ¿Que ha sido eso?
-(LORENA). ¡No lo sé, pero sea lo que sea no parece que tenga ganas de hacer amigos!
-(MARCOS). No os separéis.
De pronto ven algo que sale de entre los matorrales. Era una pequeña ardilla asustada por los terribles invasores que había visto en frente de sus ojos.
-(LORENA). ¡Es una pequeña ardilla! ¡Pobrecita la hemos asustado!
-(MARCOS). ¡Pues que se fastidie nosotros somos los que estamos en medio de… lo que quiera que sea esto!
Carlos empieza a estornudar muy seguidamente.
(CARLOS). ¡Apartadla tengo alergia los animales que se comen las bellotas!
-(LORENA). Pobrecita si esta asustada.
Entonces Lorena la coge en sus brazos con tal de quitarle el miedo.
-(MARCOS). ¿Has dicho que tienes alergia a que?
-(CARLOS). Si no sé si es miedo o alergia, pero desde que de chiquitín me mordió una ardilla en el culo, ya no puedo ni verlas.
Lorena y Marcos empiezan a reír de una forma loca.
-(LORENA). ¿Que de chiquitín te mordió una ardilla en el culo?
-(CARLOS). ¡Sí, oye pero no os riáis que a mi me hizo daño!
Entonces continuaron andando durante una hora y poco por unos naranjos muy mal cuidados. Empezó a hacer un viento terrible y mucho frío, ellos querían descansar, y de pronto a lo lejos vieron una casa que parecía estar o abandonada o muy mal cuidada.
-(MARCOS). Mirad, allí hay una casa, pasaremos allí hasta que pase el viento.
-(LORENA). Estás seguro a mi esa casa me da un poco de mal rollo.
-(CARLOS). Sí es verdad parece que está abandonada.
-(MARCOS). Bueno pero es el único sitio que veo para estar refugiados del viento.
Se adentran en la casa, era vieja y ya estaba claro que estaba abandonada, tenía algunos mubles y entre ellos un sofá con mucho polvo, pero la ardilla enseguida con su cola la quitó un poco, se tumbaron y enseguida ya estaban todos dormidos. Al día siguiente cuando se levantaron se tomaron unas magdalenas que llevaba Lorena en la mochila de la escuela. Y al poco rato se pusieron a caminar.
-(MARCOS). ¿Mirad, aquella no es tu casa Lorena?
-(LORENA). ¡Sí, esa es mi casa!
Ya estaban todos en casa felices y durmiendo, y Lorena se llevó a la ardilla a su casa y prometió que la cuidaría muy bien.
RAK
Fin