Los peces son los vertebrados más antiguos. Aparecieron en la tierra hace unos 450 millones de años. En la actualidad, están representados por unas 22.500 especies. Son animales fría: la temperatura de su cuerpo es la misma que la del agua donde se encuentran. Todos los peces, viven en el agua (dulce o salada) y respiran por branquias. Éstas están formadas por numerosas laminillas dispuestas a ambos lados de la cabeza en una cavidad llamada “cámara branquial”. En los peces óseos, como el atún o la trucha, las cámaras branquiales están protegidas por un opérculo (a veces también llamado “agallas”) que pueden cerrarse. Por el contrario, los peces cartilaginosos, como la raya, la lija y el tiburón), las cámaras branquiales no están cerradas y se ven desde el exterior: son las hendiduras o arcos branquiales. El agua que traga el pez pasa de la boca a las cámaras branquiales donde bañan las branquias; en su paso, las branquias absorben el oxígeno del agua. La piel de los peces está cubierta de escamas que se superponen igual que las tejas de un tejado. Los tiburones, sin embargo, no poseen escamas sino una piel llena de músculos dientes. No se ven a simple vista, pero si pasas la mano por la piel de un tiburón, notarás que es áspera como el papel de lija. Los peces mantienen su equilibrio y se propulsan en el agua gracias a sus aletas; tienen varias: las pectorales, las ventrales, la o las dorsales, las anales y el caudal (la cola). A excepción del tiburón, los peces son casi todos ovíparos: los huevos son fecundados por el macho después de que la hembra los haya puesto en el agua. En los tiburones, hay apareamiento y la hembra pone huevos ya fecundados o incluso, en algunas especies, da la luz pequeños casi formados. La mayoría de peces tiene un avejiga natatoria; se trata de un saco situando en el cuerpo que puede llenarse más o menos de gas y que permite al pez flotar sin esfuerzo.
Farto
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