LA PUERTA

Después de varios meses de la  extraña desaparición de Irene Valbuena, la policía dejó de investigar el caso y el suceso dejó de ser noticia en los medios de comunicación. A partir de ese momento, su desaparición ya no interesó a nadie, (salvo a su familia claro está), y yo comencé a sentir que la había perdido para siempre.

La vida en el instituto había vuelto a la normalidad. Ya nadie hablaba de Irene. De su sonrisa, de su simpatía. Entonces recordé que el mismo día de su desaparición, ella me había entregado su diario pidiéndome que lo guardara en un lugar seguro. Me extrañó verla tan nerviosa y con lágrimas en los ojos por algo tan insignificante. ¡Cómo podía haberlo olvidado todo este tiempo! Quizá sus escritos me diesen alguna pista sobre lo ocurrido.

Las clases se me hicieron más largas que nunca. Sólo deseaba que terminasen lo antes posible para poder ir a casa, localizar el diario de Irene y comenzar a leer…                         

El diario decía:

Hoy día 23 de octubre. Me ha sorprendido mucho una puerta que he encontrado en el sótano del instituto.

Hoy día 24 de octubre. He bajado al sótano al empezar el patio. Al abrir la puerta he visto que estaba en otro instituto, ( al principio creí que estaba alucinando). Pero cuando he entrado y estaba totalmente en el interior, me he dado cuenta de que era real pero un poco fantasioso porque todos los de allí parecían felices. Al principio me ha dado un poco de respeto. Hasta que he visto que unos niños que me saludaban diciendo mi nombre, por lo visto me ha dado un poco de intriga y  me he ido con ellos. Cuando me hablaban, me  sentía un poco extraña porque me lo decían todo en inglés y lo más alucinante es que yo les entendía ( y eso que no soy buena en inglés). Pero lo que me ha sorprendido más es que ese instituto no era un instituto normal sino, un instituto de Inglaterra.

Hablando y hablando me he dado cuenta de que los niños eran del mismo carácter, simpatía y sobre todo de la misma amabilidad que los de mi verdadero instituto. Cuando justamente nos lo estábamos pasando mejor.
                                                                    DE  LUCI.