KILL BOY
Cuando todo parecía perdido, nació un niño llamado Hill. Su familia se vio obligada a empeñar sus objetos más preciados para seguir adelante con el niño.
Hill empezó a ir al colegio donde lo único que podía hacer era recitar el himno mundial aclamando a Robeck, un zooide medio humano y medio robot.
Un día, en la escuela, Hill vio a Robeck matando a un niño y a un profesor por un malentendido y desde ese momento supo que sería mejor no hacer nada que pudiera causar el enfado de Robeck.
Un día, cuando Kill volvió a su casa, todo estaba oscuro y no había nadie pero sentía que alguien le observaba. Se dirigía hacia su habitación cuando le asaltó un soldado de Robeck que había ido a desahuciar a su familia, y en cinco minutos se encontró en la calle junto al resto de sus familiares y sin ningún sitio donde ir.
Al día siguiente, en el colegio, unos niños y profesores, en total diez personas, se unieron a Hill contra Robeck para que se acabara esa dictadura. Planearon cómo acabar con él. Uno de los profesores sabía dónde vivía, de manera que sólo tenían que conseguir entrar en su casa, avanzar poco a poco hasta su habitación y encontrar una manera de acabar con su gobierno dictador ya fuera diplomática u ofensivamente.
Salieron del colegio, cogieron el único autobús que se acercaba suficiente al palacio de Robeck y cuando llegaron treparon por la pared con un par de cuerdas de escalada y arneses, entraron al jardín interior, pasaron por el pasillo principal hasta llegar a la habitación llamada “Capital” donde Robeck pasaba la mayor parte del tiempo, y fue sorprendido. Después de tres horas, Robeck salió junto a Hill, los dos estaban contentos y Robeck se sentía idiota y arrepentido por haber causado tanto daño, y prometió que desde aquel día, el mundo sería mejor en todos los sentidos, y en cuanto a la familia de Kill, recuperaron su casa pero con un segundo piso de regalo y un trabajo para su padre.
FIN
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