viernes, 4 de marzo de 2011

mi vida


Desde que nací he vivido en mi casa y la verdad es que no cambiaría por nada del mundo mi vida. Vivo en un piso no demasiado grande con mis padres y mi hermana pequeña.
La verdad, es que no puedo decir que nos sobre el dinero pero mis padres siempre han intentado que no nos faltara nada de primera necesidad.
Cada día puedo ir al colegio bien vestido y con el almuerzo en la mochila. Tengo los libros para poder estudiar y tengo amigos con los que salir a dar una vuelta en mis ratos libres.
Muchos de mis amigos tienen ordenadores portátiles, bicicletas y televisión en su habitación. Yo, en cambio, no tengo ninguna de esas cosas pero cuando me voy a la cama cada noche mi madre me arropa y me da un beso de buenas noches y cuando mi padre vuelve del trabajo normalmente nos pasamos un buen rato contándonos lo que nos ha pasado durante el día y la verdad que todas estas cosas valen más que cualquiera de esas estúpidas máquinas que sólo sirven para que los niños se metan en casa y no disfruten de la vida en la naturaleza.
Mi amigo Luis tiene una cuidadora en su casa ya que sus padres siempre están de viaje de negocios y aunque tiene todos los caprichos que desea, me ha dicho que le encantaría tener una familia como la mía y que ojala su padre le llevara a pescar los domingos como mi padre hace conmigo.
A veces me paro a pensar que mucha gente le da más importancia al dinero de la que tiene, ya que si puedes comer cada día y vestir decentemente, teniendo una familia unida, no se necesita nada más para ser feliz.

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