Al principio, Cetshwayo el rey zulú no quería guerra y envió una carta que decía: “No quiero guerra pero las causas que os obliguen a invadir mi país serán muy poderosas”. Frederick Augustus entró con cinco columnas de tres mil hombres. Cetshwayo tenía disponible veinte mil hombres que formaba lo que se llamaba impi, con sus jóvenes y veteranos y un cuatro por ciento de fusileros. Los veteranos iban con sus siclas, las lanzas ancestrales zulúes y los jóvenes con sus azagallas que eran jabalinas y escudos. El ejército zulú se estructuraba en la formación cuernos de toro iventada por Saka zulú. Era una formación muy eficaz para campo abierto pero contra las fortificaciones inglesas era inútil. Se estructuraba así en los cuernos los jóvenes los más ágiles, en el pecho del toro imaginario los veteranos con sus siclas y el lomo con una reserva.
Y esa formación atacó demasiado bien porque la formación inglesa creyó que mil zulúes era todo el impi zulú, pero no se percataron de que una masa de diecinueve mil zulúes iba en la retaguardia. Ese fue un gran error británico, intentaron posicionarse pero les costó, aunque tenían fusiles de repetición y el ejército británico tuvo muy mala suerte porque ese día hubo un eclipse de sol y en vez de reducir el ritmo de la masacre, se aceleró. Fue una catástrofe. Esa fue la batalla de Isandhlwana.
Pero hay en los ingleses un gran acto de heroísmo. La estación de Roas Drive donde ponen a prueba las tuberculosas o también bayonetas y contra cuatro mil zulúes resistieron perfectamente.
Cetshwayo sabía que no se podía mantener porque las derrotas eran mas aparatosas y la resistencia zulú duró seis largos meses.
Hoplita.
La posicion heroica fue Roket drift o algo mas parecido. Eran un almacen y un hospital.
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